El Infierno

No hemos tenido muchas noticias, es por eso que me pegué al notebook y me puse a escribí un resumen de un artículo que leí de la revista “Conozca más”.

En realidad el tema no es nuevo, pero ojala los haga pensar en pequeños detalles que no solemos meter a la juguera y darnos cuenta de las cosas. Les voy a hablar sobre el infierno, un tema tan viejo como el mismo mal. 

El infierno fue creado para poder tener un lugar en donde castigar las acciones malévolas de las personas, ya que la cárcel no es suficiente para algunas. Hay que aceptar que sería agradable ir por la calle con una katana y matar flaites, robar bancos o incluso cometer adulterio sin recibir castigo (humano o divino). Y es por esto que se creó el infierno. Para que después de la muerte exista un lugar en donde se pueda pagar por los pecados cometidos.

Pero no podemos creer que fue creado por los cristianos, ni siquiera por los judíos. “El paisaje del infierno es el más grande proyecto colectivo de construcción en la historia imaginativa; y los arquitectos en jefe han sido grandes gigantes creativos: Homero, Platón, San Agustín, Dante, Miguel Angel, Blake y más” Dice Alice Turner en el libro “The history of hell”. “Las primeras ideas del infierno fueron escritas hace más de 4000 años”

Ahora, no todos los infiernos son iguales. Los griegos decían que todos los que fallecieron (no sólo los malvados) iban al Hades. Y ya que sus dioses no eran absolutamente buenos o malos (Zeus es el ejemplo de dios supremo, pero eso no le impedía violar mujeres o vengarse), Hades no deseaba tentar y castigar a los hombres rectos (a pesar de gobernar el inframundo) no había diferencias entre una persona buena o mala, todas iban a para allá.

Los egipcios definieron que después de la muerte las almas iban a un tribunal en donde se les juzgaba por sus actos. Aquellos que se hallaban culpables no sufrían por siempre, sino que perecían de manera definitiva luego de ser devorados por Sabek, una bestia con cabeza de cocodrilo.

El infierno que castiga pecadores por toda la eternidad, nace con el cristianismo. Este averno retoma unos conceptos de los inframundos de Mesopotamia, y su influencia principal proviene del judaísmo y del antiguo testamento.

Saolo de Tarso – o San Pablo. Fue el primer misionero cristiano del mundo. Aunque no conoció a Jesus, “El hizo su propia versión del cristianismo y se alejó cada vez más del concepto judío” dice Juan Miguel Zuzunegui, doctor en humanidades y académico del instituto cultural helénico. “El cristianismo creció en el sector más pobre del imperio romano. Era una religión de rencor social. No bastaba con irse al cielo por creer en Dios, además se necesitaba que el que no fuera al cielo, fuera castigado” dice Zuzunegui. 

Así se fue expandiéndose y cambiando. Además de tener más formas de llegar a él (Pecados capitales, que fueron creados en el año 700 D.C), pero la verdad es que todos los infiernos tienen nuestros propios miedos. ¿Cómo sería tu infierno? Imagina que tendría que tener para no querer ir a él ¿Cuáles serían las bestias y castigos que temerías encontrar?

Les dejo esas interrogantes para que lo piensen en el metro.